En el siguiente nivel se encuentra la necesidad de seguridad, seguida por las necesidades de afiliación. En un nivel más alto está el reconocimiento que abarca la confianza propia, el respeto recibido y el éxito. Finalmente, en la cúspide de la pirámide está la autorrealización, ese punto en que la persona desarrolla una moralidad alta, creatividad, espontaneidad, se libera de prejuicios, acepta la realidad y se dedica a solucionar problemas.
Sin embargo, hay personas que, a pesar de que esta pirámide representa una realidad humana, se van por encima de ella, mucho más alto, como si fuera una nube que está flotando sobre la pirámide.
Estas personas están en busca de algo mayor que las necesidades básicas del ser humano y tienen una motivación por encima de la que se observa frecuentemente. En este punto la aspiración de estas personas va hacia lo excelso, lo sublime, lo trascendente. Cuando están en busca de estas cosas intangibles, ellos reciben de algún modo, satisfacer las etapas inferiores.
Las personas que se dedican a buscar lo trascendental renuncian voluntariamente a satisfacer estas necesidades básicas. El punto no es que ellos se enfocan en lo excelso y lo que es superior a ellos mismos, como una misión y un propósito que los motiva a seguir más allá del descanso, de la comida, del sueño.
Personas como estás tienen la capacidad de arriesgarse, o sea, evaden la seguridad que a muchas personas las detiene en la toma de decisiones. Además, toman riesgos que ponen en peligro su prestigio, están dispuestos a fallar e intentarlo de nuevo y, finalmente consiguen lo que buscan.
Usualmente nos referimos a este tipo de persona como genios o superdotados y, en esa definición, quizá estamos ocultando que podemos aspirar a alcanzar las cosas que ellos alcanzan. Es una especie de excusa que nos decimos internamente, como si careciéramos de los medios o la capacidad para alcanzar cosas mayores que las que comúnmente procuramos.
Si nos enfocamos solamente en ver las necesidades, obviamente no saldremos del círculo de necesitando y buscando siempre satisfacer necesidades básicas. Sin embargo, podemos aspirar a cosas mayores y eso no nos privará de recibir las cosas básicas. El problema es que no estamos dispuestos a pagar el precio de privarnos a las cosas que tenemos derecho a disfrutar y no nos lanzamos a la aventura.
¿Qué cosas distinguen a los investigadores, descubridores, artistas y a las personas de éxito? Ellos están dispuestos a dar el paso más allá, renunciar a su comodidad y están dispuestos a abrir camino donde no lo hay. Esta es la manera de hacer un mundo mejor en vez de dedicarnos a quejarnos y criticar el mundo en que vivimos.
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