El síndrome de las vacas sagradas

“Porque al que cree, todas las cosas le son posibles”.

Las palabras de Jesús fueron una invitación a creer en Dios Padre. Sin embargo, está harto demostrado que nosotros ponemos la fe en casi cualquier cosa, en el amplio espectro del mundo de las ideas filosóficas, científicas, religiosas y políticas.

Sobre estas últimas quiero enfocar esta nota, en honor al inicio de nuevos gobiernos locales y el prospecto de que surjan cambios en otras latitudes. Obviamente, hay personas que se toman la política muy a pecho, como si fuera algo personal y, aunque no les afecte directamente en lo más mínimo, sienten la necesidad de entregarse en cuerpo y alma a defender su trichera y atacar a quienes piensan diferente.

En este fuego cruzado me encuentro, como si estuviera en medio de un tiroteo entre narcos en plena avenida en el tapón de la hora pico. No participo en el proceso pero tengo que proteger lo que me queda de vida. Pues bien, así veo las ideas volar de un lado a otro, rara vez en tono amable y, casi siempre, en tono autoritario como quien tiene la verdad última en el debate.

Las vacas sagradas proveen el alimento que fortalece el intercambio político. Lo que se dice por las “vacas sagradas” es ley para sus seguidores, sin importar que sean mentira o verdad. Lo dijo uno de los dioses del Olimpo y no está sujeto a verificación. Ese sesgo cognitivo siempre se ha atribuido a las religiones, aunque la comparación es injusta. Las religiones tienen sus bases y fundamentos que se han mantenido a través de siglos. En cambio, las posturas políticas están en un constante proceso dinámico que busca adaptarse al gusto de las masas para alcanzar y mantener el poder.

El síndrome de las vacas sagradas se produce y se mantiene mediante la “pereza cognitiva”, o sea, las personas no se detienen a verificar y evaluar la información que reciben. Si lo dice la vaca sagarada no se cuestiona. Solo imagina millones de personas con pereza cognitiva siendo guiados por las vacas sagradas. Ese fenómeno se conoce como “mentalidad de ganado”. Yo lo veo como mentalidad de granja.
 
Este promete ser un cuatrenio laaaargo y solo han transcurrido 30 días.

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