Mi temor era terminar lleno de amargura y rencor
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Parece que la cárcel era su única opción |
Con la frialdad que lo caracterizaba, descargó los azotes adicionales, sin tomar en consideración que ocupaba el estrado para hacer justicia y actuar con misericordia, algo que, definitivamente, nunca vi respaldado por sus acciones.
Ese año me presentaría ante ese semidios varias veces, lo que enardecía mis sentimientos de indignación. Bueno, seré franco contigo que me lees: ¡Estaba lleno de rabia! Mi rencor crecía en cada citación, en cada vista, en cada malletazo... De seguro los jueces como ese, pueden ser sustituídos por computadoras o robots en un futuro muy cercano.
Entonces comencé a escribir... esta historia no debía quedar condenada al olvido.
Cada pulsación sobre el teclado representaba un paso hacia la liberación personal. La rabia y el rencor acumulados hasta el momento, estaban siendo transformados en palabras, oraciones, párrafos y capítulos que, una vez concluídos, dieron forma al libro Odisea Maldita.
Ya no pienso mucho en esa etapa de mi vida y, cuando miro hacia atrás, puedo recordar, selectivamente, los buenos momentos que viví con aquellos que supieron soportar mis lamentos y tendieron la mano amiga, sin juzgarme.
Basilio Guzmán
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